¿Qué es un producto?
Este es el cuarto capítulo de nuestra guía de marketing digital.
No muchas personas tienen claro qué es un producto y cómo diseñar uno que haga que su cliente se convierta en fanático de la marca.
¿Tienes claro qué es aquello que quiere pagar tu cliente? ¿cuáles son esas características que valora?
Todo depende del cada arquetipo de cliente.
Como ya te has dado cuenta, lo más importante en marketing es la satisfacción del cliente, por lo que el diseño del producto o servicio debe ir alineado con lo que el mercado busca y necesita para su satisfacción.
Según Marketing XXI, Un producto es un conjunto de características y atributos tangibles (forma, tamaño, color…) e intangibles (marca, imagen de empresa, servicio…) que el comprador acepta, en principio, como algo que va a satisfacer sus necesidades.
Por tanto, en marketing un producto no existe hasta que no responda a una necesidad, a un deseo.
Esta definición abarca varios conceptos claves de los que hemos venido hablando en nuestra guía de marketing digital.
En un inicio, para las MiPyme y los nuevos emprendimientos, puede ser un poco difícil establecer en las primeras etapas cuál es su producto o servicio y la definición de su precio.
En la actualidad, puedes encontrar muchas estrategias para diseñar el producto, y entre las más usadas son las encuestas a usuarios, focus groups, y otras técnicas cualitativas de investigación de mercados incluyendo la observación. Todas estás técnicas se aplican con el fin de realizar una buena segmentación.
Todas estas herramientas sirven para combinar con la investigación que hayas hecho conociendo al cliente, las tendencias y la competencia, con las herramientas que te presentamos en la segunda parte de esta guía.
Esto te servirá muchísimo para entender qué atributos deben incluirse en tu producto y cuáles pueden ser descartables, o no son primordiales si te basas en el conocimiento del cliente y sus necesidades.
Al final tendrás un producto con las características más buscadas por el cliente y con el costo que realmente está dispuesto a pagar por él. Muchas veces encontramos que hay productos que tienen ciertos atributos que lo hacen más costoso, pero que el cliente no los necesita o no considera que deba pagar por ellos.
Por eso, poner precios no es una tarea sencilla, especialmente si tienes cientos o miles de productos.
Así que una vez tienes todo el conocimiento sobre tu cliente, las tendencias y la competencia, tendrás todos los insumos necesarios para salir a comunicar lo que estás vendiendo y desarrollar una estrategia digital que esté a la altura de lo que estás buscando.
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