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Qué es Marketing: Definición, Historia y Estrategias Clave

Cuando alguien escucha la palabra marketing, es común que lo relacione con anuncios llamativos, redes sociales, campañas virales o incluso con empresas multimillonarias como Coca-Cola o Apple. Pero el marketing va mucho más allá.

En más de 10 años trabajando desde Dazzet con empresas de todos los tamaños, desde clínicas odontológicas hasta universidades, pasando por tiendas online y fintechs, hemos visto algo repetirse una y otra vez: la mayoría de personas sabe que “necesita marketing”, pero no entiende bien qué es ni cómo usarlo estratégicamente.

A diferencia de profesiones como medicina o arquitectura, donde hay una idea clara de qué hacen los expertos, el marketing sigue siendo un término difuso para muchos. ¿Es solo publicidad? ¿Es ventas? ¿Es tener redes sociales activas?

En este artículo vamos a explicarte de forma clara y práctica qué es el marketing, cómo ha evolucionado con el tiempo, qué tipos existen, qué herramientas se usan y sobre todo: cómo aplicarlo de forma real y efectiva en tu negocio, sea cual sea tu sector.

¿Qué es el marketing y por qué es tan importante hoy?

Puede que hayas escuchado definiciones como: “Marketing es vender más”, o “es solo publicidad”.

Pero la realidad es que el marketing es mucho más profundo: es el sistema que conecta a las empresas con las personas correctas, con el mensaje correcto, en el momento correcto… y sí, también para lograr resultados.

vender vs crear valor

Según Philip Kotler, una de las máximas autoridades del tema, el marketing es:

  • “Un proceso social y administrativo mediante el cual individuos y grupos obtienen lo que necesitan y desean, a través del intercambio de productos con valor.”

Eso suena formal, lo sabemos. Por eso en Dazzet preferimos aterrizarlo así:

  • Marketing es hacer que tu producto o servicio llegue a quien realmente lo necesita, de forma que entienda su valor y quiera obtenerlo.

Y eso aplica tanto si vendes software B2B, como si tienes una tienda de ropa online o diriges una universidad.

El marketing hoy ya no es solo vender

En el pasado, muchas empresas solo se enfocaban en empujar productos. Hoy, el enfoque es más estratégico. El marketing ayuda a:

  • Entender lo que la gente realmente quiere o necesita.
  • Diseñar ofertas que se adapten a eso.
  • Comunicarlo bien.
  • Y sobre todo: crear relaciones duraderas, no solo ventas puntuales.

Por eso decimos que el marketing no es solo “hacer publicidad bonita”. Es tomar decisiones clave sobre qué vender, cómo, a quién, dónde y a qué precio.

Cómo definen el marketing los expertos

Para entender bien qué es el marketing, vale la pena volver a las fuentes más reconocidas. Y en este campo, hay dos referentes que son prácticamente obligatorios.

Philip Kotler

Conocido como “el padre del marketing moderno”, Kotler define el marketing así:

  • “Un proceso social y administrativo mediante el cual individuos y grupos obtienen lo que necesitan y desean a través del intercambio de productos con valor.”

En palabras más claras: el marketing no se trata solo de vender, sino de entender qué necesita la gente y generar algo valioso para ofrecérselo. El objetivo no es empujar productos, sino crear intercambios en los que todos ganen.

American Marketing Association (AMA)

Esta organización, que establece muchos de los estándares del sector, lo define así:

  • “El marketing es la actividad, conjunto de instituciones y procesos para crear, comunicar, entregar e intercambiar ofertas que tienen valor para los clientes, socios y la sociedad en general.”

Es una definición más amplia, pero clave. ¿Por qué? Porque muestra que el marketing no solo es una tarea del “departamento de publicidad”. Es un sistema completo que involucra investigación, estrategia, diseño, comunicación, distribución y análisis. Y todo eso con un objetivo: crear valor.

¿Qué tienen en común ambas definiciones?

Foco en el cliente: Ambas resaltan que lo más importante es entender y satisfacer necesidades reales.

Intercambio de valor: El marketing debe beneficiar tanto a quien vende como a quien compra.

Proceso continuo: No es una acción puntual. Es algo que evoluciona todo el tiempo: escuchas, ajustas, comunicas, mejoras.

¿Cómo funciona el marketing en una empresa?

El marketing no es algo que se hace “de vez en cuando” para lanzar una campaña. En realidad, es un proceso estratégico que debería estar integrado en cada etapa del negocio. Desde cómo defines tu producto, hasta cómo lo entregas y haces seguimiento.

Podemos entenderlo como la gestión de los intercambios de valor entre una empresa y sus clientes. Y cuando ese intercambio está bien diseñado, ambas partes ganan.

Las 3 fases clave para hacer marketing bien hecho

1. Planificación: Aquí se definen los objetivos, el público, el mensaje y las acciones. Se analizan datos, se priorizan canales y se establece un plan con presupuesto y cronograma.

2. Implementación: Es el momento de ejecutar la estrategia: lanzar campañas, publicar contenido, coordinar ventas, alianzas, promociones, etc. Pero no se trata solo de hacer, sino de hacerlo con coherencia y foco.

3. Control y optimización: Aquí se miden los resultados con indicadores clave (KPIs). Se analizan los datos, se identifican puntos de mejora y se ajustan las acciones para lograr mayor impacto. Sin esta etapa, el marketing pierde su carácter estratégico.

tres fases del marketing

Ejemplo: Supongamos una empresa de helados

Imagina que trabajas en una empresa que está por lanzar una nueva línea de helados premium. Para que este lanzamiento funcione, no basta con tener un buen producto. Es necesario gestionar correctamente todos los elementos del marketing para crear un intercambio de valor real entre el negocio y el cliente.

marketing para helados

Veamos cómo se aplica cada parte:

1. Definir el mercado objetivo

Primero, hay que responder: ¿a quién va dirigido este nuevo helado?

Podríamos tener dos segmentos principales:

  • Adultos jóvenes que valoran productos gourmet o artesanales.
  • Familias que buscan opciones más saludables para sus hijos.

Entender esto define todo lo que viene después: desde los sabores hasta la comunicación.

2. Diseñar la oferta

No solo se trata de sabor. Se diseña una propuesta completa:

  • Ingredientes naturales, sin aditivos artificiales.
  • Presentaciones elegantes o sostenibles.
  • Sabores diferenciadores (por ejemplo: mango-maracuyá, chocolate con sal de mar).

El objetivo es que el cliente perciba el producto como algo único y valioso.

3. Establecer precio y canales de distribución

El precio debe reflejar el valor percibido por el cliente, pero también estar alineado con los costos y la competencia.

Canales posibles:

  • Supermercados premium
  • Tiendas de barrio con refrigeradores de marca
  • Entrega a domicilio con modelo de suscripción mensual

4. Comunicación y promoción

Aquí entra toda la parte visible del marketing. Algunas estrategias:

  • Campañas en redes sociales mostrando el proceso artesanal.
  • Degustaciones en puntos de venta clave.
  • Alianzas con influencers gastronómicos locales.

Pero todo esto debe estar alineado con lo que el cliente realmente valora: sabor, origen, bienestar.

Este ejemplo muestra que el marketing no es solo “poner anuncios” o tener redes sociales activas. Es una estrategia integral que conecta al producto con las personas adecuadas, de la manera correcta.

Historia y evolución del marketing

El marketing no siempre fue como lo conocemos hoy. Ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a los cambios en la tecnología, el comportamiento del consumidor y el contexto económico y social.

Conocer su historia ayuda a entender por qué hoy hablamos de estrategia, experiencia del cliente, contenido y datos, cuando hace apenas unas décadas todo giraba alrededor de “vender más”.

1. Era de la producción (finales del siglo XIX – principios del XX)

En este período, la demanda era mayor que la oferta. Las empresas estaban enfocadas en producir en masa. El lema era:

  • “Si lo fabricamos, se venderá.”

Aquí el marketing prácticamente no existía como disciplina. El enfoque estaba en la eficiencia y la disponibilidad del producto.

2. Era de las ventas (1920s – 1940s)

A medida que la competencia creció y el mercado se saturó, las empresas comenzaron a esforzarse más en vender lo que producían. Fue la era de las técnicas agresivas de ventas: persuasión, promoción, descuentos.

El objetivo no era entender al cliente, sino convencerlo de comprar.

3. Era del marketing (1950s en adelante)

Aquí ocurre un giro importante. Las empresas comienzan a investigar el mercado y a diseñar productos en función de las necesidades del consumidor.

Nace el concepto de orientación al cliente y se desarrollan herramientas como la segmentación, el posicionamiento y la propuesta de valor.

El marketing se convierte en una estrategia, no solo en una táctica.

4. Era digital (desde los años 90 hasta hoy)

La aparición de internet cambió las reglas del juego. Ya no solo se trataba de enviar mensajes, sino de escuchar, interactuar y personalizar.

Hoy hablamos de:

  • SEO y marketing en buscadores
  • Redes sociales
  • Automatización
  • Embudos de conversión
  • Analítica y CRM
  • Experiencia de cliente (CX)

El consumidor tiene más poder que nunca, y las empresas deben adaptar sus estrategias en tiempo real.

linea de tiempo del marketing

La filosofía del marketing actual

Hoy en día, hacer marketing no es solo generar demanda. Se trata de crear valor para ambas partes: el cliente y la empresa. Es un enfoque centrado en el equilibrio, la empatía y la sostenibilidad de la relación a largo plazo.

Esta filosofía responde a una realidad clara: el cliente ya no quiere que le vendan, quiere que lo entiendan. Por eso, el marketing moderno se basa en crear intercambios donde ambos ganan, no en “empujar” productos.

1. El equilibrio en los intercambios

Toda relación de marketing tiene una tensión natural:

  • La empresa busca rentabilidad.
  • El cliente busca valor, calidad, confianza y conveniencia.

La clave está en encontrar ese punto justo donde lo que ofreces tiene suficiente valor para que el cliente esté dispuesto a pagar, sin que eso implique sacrificar la salud financiera del negocio.

Con uno de nuestros clientes de e-commerce, se implementó una estrategia clásica pero muy efectiva: envío gratuito a partir de un monto mínimo de compra.

El resultado fue inmediato:

  • Aumento del ticket promedio, porque los clientes sumaban productos para alcanzar el umbral del envío gratuito.
  • Crecimiento acelerado de la base de datos, ya que más personas finalizaban el proceso de compra.
  • Mejora en la recompra, gracias a estrategias complementarias como email marketing y remarketing.

Pequeños ajustes, bien pensados, pueden generar cambios significativos.

2. Marketing centrado en el cliente

Este enfoque pone al cliente como punto de partida de toda estrategia. No se trata de pensar “¿qué quiero vender?”, sino “¿qué necesita realmente mi cliente y cómo puedo ayudarle mejor que otros?”

Para uno de nuestros clientes, una empresa de software especializado en clínicas odontológicas, se identificó una necesidad concreta: los odontólogos buscaban fuentes confiables para consultar diagnósticos y tratamientos.

En vez de una campaña de venta directa, se desarrolló un diccionario odontológico dentro del sitio web. El resultado:

  • Se convirtió en fuente de consulta habitual.
  • Fortaleció la autoridad de la marca.
  • Impulsó el posicionamiento internacional en buscadores. Puesto 2 en promedio en todo LATAM.

Este es el tipo de marketing que funciona hoy: contenido útil, orientado al cliente, con impacto real.

Tipos de marketing que puedes usar en tu negocio

El marketing no es una sola técnica, ni una fórmula mágica que funciona igual para todos. Existen distintos tipos, y cada uno tiene su función según el objetivo que tengas, el tipo de producto o servicio que ofreces, y el público al que te diriges.

Conocer estos enfoques te permite elegir mejor qué estrategia aplicar, cómo combinar canales y qué esperar de cada acción.

1. Marketing tradicional

Este es el de toda la vida: televisión, radio, prensa, vallas publicitarias, volantes. Aunque muchos lo consideran pasado de moda, la verdad es que sigue funcionando en ciertos contextos, sobre todo si tu público no está tan conectado al mundo digital o si necesitas presencia física en una zona específica.

2. Marketing digital

Es el que probablemente más escuchas hoy. Se basa en usar herramientas y canales digitales para atraer, convertir y fidelizar clientes.

Incluye cosas como tener una buena página web, aparecer en Google, hacer campañas en redes sociales, enviar correos automatizados y analizar el comportamiento de tus usuarios en línea.

Lo mejor del marketing digital es que todo se puede medir y ajustar rápidamente.

3. Marketing de contenidos

Se trata de crear contenido útil, interesante o educativo que realmente le sirva a tu cliente. No se enfoca en vender de inmediato, sino en generar confianza y posicionarte como referente en lo que haces.

Este tipo de marketing ayuda a atraer a las personas correctas y a acompañarlas en su proceso de decisión.

4. Marketing en redes sociales

Más allá de publicar por publicar, este tipo de marketing busca generar conexión, construir comunidad y promover tus productos o servicios desde la conversación.

Cada red social tiene su estilo y su lógica, así que lo clave es saber dónde está tu audiencia y hablarle con contenido pensado para ese canal.

5. Marketing directo

Aquí hablamos de mensajes personalizados que llegan directamente a tu cliente: correos, SMS, WhatsApp, notificaciones.

El objetivo suele ser muy puntual: generar una acción inmediata. Bien usado, puede ser muy efectivo para cerrar ventas o recuperar oportunidades perdidas.

6. Marketing experiencial

Este enfoque busca crear experiencias que las personas recuerden. No se trata solo de mostrar lo que vendes, sino de hacer que lo vivan, que lo sientan.

Se usa mucho en lanzamientos, ferias, activaciones en punto de venta o dinámicas interactivas que despiertan emociones.

7. Marketing relacional

En lugar de enfocarse solo en vender, el marketing relacional piensa a largo plazo. La idea es construir una relación real con tus clientes, entenderlos mejor, cuidarlos y mantenerlos cerca.

Es clave para que vuelvan a comprar, te recomienden y se conviertan en aliados de tu marca.

Herramientas principales del marketing

Para que el marketing funcione en serio, no basta con tener buenas ideas: se necesitan herramientas. Son esas piezas que ayudan a planear, ejecutar, medir y mejorar cada acción que haces para conectar con tus clientes.

A continuación, te mostramos las más importantes. Algunas son estrategias, otras son tecnologías, y otras son procesos que deberías tener claros si quieres que tu negocio crezca de forma ordenada.

herremientas principales del marketing

Segmentación de mercado

Es el proceso de dividir a tu audiencia en grupos más pequeños con características similares. Esto te permite comunicarte de forma más directa y efectiva.

No es lo mismo hablarle a una mamá joven que a un ejecutivo senior, aunque ambos puedan estar interesados en tu producto.

Investigación de mercados

Aquí es donde escuchas más de lo que hablas. Se trata de entender qué quiere tu cliente, cómo se comporta, qué problemas tiene y qué soluciones está buscando.

Puede incluir encuestas, entrevistas, análisis de datos, estudio de competencia, etc.
Tomar decisiones basadas en datos casi siempre es mejor que hacerlo por intuición.

Posicionamiento

El posicionamiento es cómo quieres que te vean en la mente de tu cliente. ¿Eres la opción premium? ¿Eres el más rápido? ¿El más económico?

No se trata solo de lo que dices, sino de lo que proyectas con tu marca, tu tono, tus precios y tu experiencia general.

Proceso de decisión de compra

Entender cómo decide el cliente es clave. Normalmente pasa por varias etapas: detecta una necesidad, busca información, compara opciones, toma una decisión y evalúa su experiencia.

Cada paso ofrece una oportunidad para conectar y acompañarlo, no solo venderle.

Publicidad

Sigue siendo una de las herramientas más potentes. Puede ser online o tradicional. Lo importante es que el mensaje sea claro, relevante y aparezca en el momento correcto.

No necesitas un presupuesto enorme, pero sí una estrategia pensada con cabeza fría.

Branding

Tu marca no es solo un logo: es la percepción completa que la gente tiene de ti. El branding abarca desde la identidad visual hasta el tono con el que escribes, cómo respondes un mensaje o cómo se siente navegar por tu sitio web.

Una marca sólida inspira confianza, y la confianza vende.

Canales de distribución

Esto es: cómo haces llegar tu producto o servicio al cliente. Puede ser directo (venta online, tienda física) o a través de intermediarios (marketplaces, distribuidores, aliados).

Elegir los canales correctos influye en la velocidad, el alcance y la rentabilidad del negocio.

Conclusión

El marketing es mucho más que campañas o redes sociales. Es una herramienta estratégica que ayuda a tomar decisiones, conectar con el cliente correcto y generar valor real para el negocio.

Cuando se aplica de forma consciente, permite mejorar los resultados, optimizar recursos y construir relaciones más sostenibles con los clientes.

Si estás buscando aplicar estas ideas en tu empresa y quieres apoyo, contáctanos. Podemos ayudarte.

Juan Esteban Yepes

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